EL CINTURÓN NEGRO EN KARATE

El cinturón en las artes marciales nace con una función similar a las condecoraciones en la historia europea: reconocer que el poseedor de tal designación era un hombre de honor y que poseía gran habilidad en el combate.
Mientras que en la cultura occidental la figura del caballero ha desaparecido, en las artes marciales aún persiste el deseo de alcanzar un gran nivel, de autodisciplinarse y de defensa personal, continuando con la leyenda de los samurais.
El cinturón negro se concede como resultado del aprendizaje para combatir. En la medida en que se progresa en el entrenamiento, se hace más consciente el impulso de moldearse a sí mismo, transformándose en una persona de dignidad y honor. Conseguir el cinturón negro, debe ser para el karateca un objetivo y un símbolo de la realización de su esfuerzo.
Existe una escala de valores, basada normalmente en la combinación de colores, para evaluar el progreso del alumno, hasta llegar al Shodan, el primer cinturón negro. Dicha escala es eficaz en cuanto a incentivar al alumno, pero tiene el problema de que no hay uniformidad a escala internacional.
Para obtener el cinturón negro, son necesarios aproximadamente entre 3 y 5 años de entrenamiento diario, contando con una instrucción competente. A partir de este cinturón, que significa que el alumno domina los fundamentos del Arte, se puede recibir un entrenamiento más avanzado y optar a otros Danes, o niveles superiores.




Examinado por el sensei kanazawa

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